Tlacotalpan es un antiguo puerto ribereño cercano a la costa del Golfo de México, que se ubica al sureste de Veracruz exactamente junto al Río Papaloapan. Su nombre quiere decir en náhuatl “tierra entre las aguas”.

Sus primeros pobladores fueron los totonacas que se asentaron en este territorio en el siglo XII. En 1518 cuando Pedro de Alvarado realiza sus expediciones sobre el Río Papaloapan se lleva a cabo el primer contacto con los españoles. A lo largo del siglo XVI surgen dos grandes haciendas: San Juan Zapotal y La Estanzuela, que serán las que impulsarán el desarrollo del lugar durante la época colonial.

Su entorno natural y su armoniosa arquitectura le dan un sello especial. La ciudad ha podido conservar su trazo urbano con calles anchas orientadas paralelamente al río, casas de extensas arcadas y de brillantes colores como: naranja, amarillo, rosa, azul y rojo, todo enmarcado por añejos árboles que engalanan los espacios públicos y privados.

“La Perla del Papaloapan”, como también se le conoce a esta ciudad es un destino ideal para poder saborear el auténtico ambiente jarocho. Es una excelente combinación de arquitectura colonial y caribeña. Caminar a lo largo de su río es una experiencia muy agradable ya que puedes gozar a la vez del ambiente alegre de Tlacotalpan y de una bella panorámica del río.

Una de las tradiciones que se ha sabido conservar y que le han dado fama a este poblado es la celebración de la Fiesta de la Candelaria que se celebra del 31 de enero al 2 de febrero. Durante la festividad la Virgen de la Candelaria es paseada por el río y es una verdadera fiesta popular donde se une la fe con los huapangos y sones de los Jaraneros.

Los visitantes de esta pintoresca ciudad pueden gozar de paseos en lancha y de su exquisita gastronomía de pescados y mariscos.

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