El Callejón de los Sapos en Puebla: Historia, Antigüedades y Encanto Colonial

¿Sabías por qué se llama “El Callejón de los Sapos”?

En el corazón del centro histórico de Puebla, uno de los rincones con más personalidad y tradición es, sin duda, El Callejón de los Sapos. Su nombre curioso tiene raíces históricas que se remontan a la época colonial, cuando las aguas del Río San Francisco solían desbordarse, inundando esta pintoresca calle empedrada.

Las constantes inundaciones generaban charcos de agua estancada, lo cual atrajo a cientos de sapos que comenzaron a habitar la zona. La gente del lugar, con humor y cariño, empezó a referirse al sitio como el “callejón de los sapos”, y así quedó bautizado para siempre.

De zona inundada a ícono cultural

Durante la colonia, además del problema del agua, se colocaron molinos hidráulicos en el área para aprovechar la fuerza del río. Estos también contribuían al ambiente húmedo y a la proliferación de los anfibios que hoy dan nombre al lugar.

Con el paso del tiempo, este rincón de la ciudad se transformó en una de las zonas más encantadoras y bohemias de Puebla, sin perder su sabor antiguo ni su historia.

Antigüedades, arte y tianguis: un paseo para los sentidos

Hoy, el Callejón de los Sapos es famoso por su mercado de antigüedades, especialmente los domingos. Desde muy temprano, el tianguis se llena de vida con vendedores que ofrecen desde muebles coloniales, juguetes antiguos, monedas, libros raros, cámaras fotográficas vintage y hasta vinilos clásicos.

Además, a lo largo de la semana puedes visitar una gran variedad de tiendas especializadas en arte, decoración rústica, artesanías, y diseño poblano. Muchas de ellas se encuentran en casas restauradas del siglo XVII y XVIII, que conservan fachadas coloridas, balcones con herrería antigua y detalles originales.

Una experiencia imperdible en Puebla

El Callejón de los Sapos también está rodeado de cafés, bares con jazz en vivo, galerías y restaurantes típicos. Es un lugar perfecto para caminar, tomar fotos, descubrir tesoros escondidos y disfrutar del ambiente colonial que define a Puebla.

Es más que una calle pintoresca: es un viaje por la historia, la cultura y la creatividad poblana. Ya sea por su curiosa leyenda, su tianguis dominical o sus tiendas llenas de objetos con alma, este lugar es una parada obligatoria para cualquier viajero en Puebla.

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