Es un área natural protegida que ofrece un paisaje insólito formado por 7 volcanes situados en una superficie de 89.52 kilómetros de zona ecológica protegida, con una altura promedio de 2,100 msnm. 

En el interior de la mayoría de los cráteres se han formado preciosos lagos. Algunos de los nombres en lengua purépecha son: Tallacua, Membereca, Andaracua, Sicua, Sacalasschil, Liricua y Teremecua.  

Esta maravilla natural se ubica en el Municipio de Valle de Santiago, el cual también es famoso por sus leyendas acerca de vegetales gigantes y sorprendentes fenómenos.

Se destacan: 

La Alberca (Tallacua)

Es el cráter más famoso y el más visitado. Cuenta con más de 750 m de diámetro y aunque sus aguas han bajado considerablemente, sus leyendas e historias han ido en aumento.

La Hoya de Cíntora (Andaracua)

Esta hoya es de agua salada a la que se le atribuyen propiedades curativas para enfermedades de la piel, posee infinidad de cuevas y en el interior de muchas de ellas hay pinturas rupestres. A sus orillas hay huertos de árboles frutales y se han encontrado vestigios arqueológicos.

Cráter Alvarez o de Flores (Membereca)

Es el más bonito y misterioso, también es el más grande de los cráteres y exhibe restos de un centro ceremonial prehispánico, cuevas con pinturas rupestres y manantiales que brotan de las rocas; en su interior hay aguas termales y sus tierras fértiles han producido grandes cosechas, famoso por producir las primeras verduras gigantes.

Rincón de Parangueo (Liricua)

Tiene un túnel de 300 metros de largo que conduce al lago salado que se encuentra en su interior. También se pueden encontrar infinidad de cavernas con petroglifos que apenas han sido exploradas.