Es una cavidad que se creó cuando colapsó el suelo calcáreo. Tiene una profundidad de 478 m y un diámetro de 60 m. 

Esta considerada un Área Natural Protegida y además un Paraíso Indígena.

Éste es el hogar de vencejos de pecho blanco y perico verde, el cual le da el nombre al sitio, ya que en el dialecto regional se dice Huahuas, de hecho también es conocido como Santuario de los Cotorros.

Ofrece un espectáculo muy similar al del Sótano de las Golondrinas, nada más que en este caso se trata de pericos verdes que regresan a la poza al atardecer haciendo un ruido casi ensordecedor.

La mejor hora para visitarlo es el amanecer o en el atardecer cuando miles de cotorros entran y salen a la cueva, un espectáculo único.