La presa cubre una superficie de 365 ha y tiene una profundidad de 50 m. 

La peculiaridad de la presa es que en su fondo se encuentra el pueblo de San Luis sumergido y por lo regular se alcanza a ver la torre de la iglesia, aunque hay algunas temporadas en que emerge no solo la antigua parroquia de San Luis Rey de Francia, venerada por los franciscanos, si no el casco de la Hacienda Taxhima. 

Se pueden realizar recorridos en lancha, kayak y vehículos acuáticos de pedales que tiene forma de pato o cisne. En sus orillas hay restaurantes con criaderos de truchas para que puedas saborearlas lo más fresco posible en cualquiera de sus modalidades, ranchera, frita, empapelada, a la diabla, o bien como se te ocurra. 

En sus alrededores, puedes recorrer los senderos caminando, en bicicleta o a caballo. También cuenta con facilidades para acampar y un cómodo hotel.

No dejes de visitar la Iglesia del Cristo del Quejido, que esta envuelta en toda una leyenda que involucra la iglesia hundida, ya que esta fue construida para sustituirla y albergar su milagroso Cristo.