Este sistema de cuevas y galerías es uno de los accidentes geográficos más espectaculares del estado. Se ubica al borde de la depresión del río Balsas en la desembocadura de los ríos subterráneos Chontalcuatlán y San Jerónimo.

Para llegar a su entrada es necesario descender 450 escalones en medio de una exuberante vegetación para encontrar una magnífica galería donde comienza la aventura.

La entrada a las cuevas es enorme, pero los caminos son angostos y en partes muy resbaladizos, pero tiene muchas barandillas a las que agarrarse.

Un recorrido de 1.000 m está iluminado por luces multicolores. Estas luces proyectan sombras en las paredes de la caverna lo que le da una atmósfera muy especial.

Inmediatamente se comienzan a identificar las formaciones rocosas que se ubican en las cámaras que han sido relacionadas por el imaginario popular con nombres como Cristo, el águila, las lámparas y el Oso, por mencionar algunos.

En un punto, la pared de la caverna parece formar una calavera que es claramente visible cuando se ilumina. Otra forma en la cueva se parece al símbolo de Batman. Una tercera estructura impresionante es un par de estalagmitas que, cuando se iluminan, proyectan una sombra sobre la pared de la caverna. La estructura parece una pareja bailando cuando la luz se mueve detrás de ella.

Si te gusta la aventura, puedes continuar el recorrido por el río subterráneo El Zapote, que es un afluente del río Chontacoatlán. Para esta aventura comenzarás con un rapel de 20 m en medio de la oscuridad total, solo iluminado con tu lámpara. Esta ruta cubre aproximadamente 800 m.

Para llegar al otro extremo de la cueva, tendrás que pasar algunos obstáculos como pozas, corrientes subterráneas y rocas, incluido un santuario prehispánico al dios Tlaloc.

Pero si solo quieres conectarte con la naturaleza, aparentemente las cuevas son tan ricas en minerales que puedes venir a visitarlas y arrastrarte a espacios reducidos entre las rocas para meditar. Tu mente se beneficiará de la meditación y tu cuerpo se sentirá mejor debido a los efectos curativos de los minerales.

Dicen los lugareños que Las Grutas de la Estrella es donde se ve la oscuridad y se escucha el silencio.