Este ojo de agua es una amplia piscina natural de agua dulce con desembocadura directa al mar y rodeada de manglares y es una reserva ecológica. 

Los flamigos abundan en la laguna de abril a octubre y es muy común ver a los delfines merodeando en las orillas de Yalahao.

En la antigüedad fue un importante puerto para los comerciantes mayas y se le atribuyen cualidades rejuvenecedoras. Las leyendas hablan de que al sumergirse en sus aguas las personas se sentirán hasta con 10 años menos.

Otra de sus leyendas se relaciona con el famoso pirata Francisco de Molas, el cual se dice enterró su tesoro en la laguna y que el sirviente que lo ayudó en esta tarea fue sacrificado para que no revelara el lugar del tesoro; por lo que en las noches se puede ver la cabeza del ayudante justo en el lugar donde se dice que esta el tesoro.

Los atardeceres en este cenote son magníficos, hay algunos tours que ofrecen la oportunidad de disfrutar este espectáculo único.