Es una caverna vertical de más 1250 m de altura, lo que la convierte en una de las formaciones geológicas más profundas del país.

Para llegar hay que atravesar un camino en donde podrás convivir con la naturaleza en donde habitan oso venados, zorros y una gran variedad de aves.

Descender a esta caverna es toda una aventura que está reservada a los más experimentados. Hay que bajar primer un tirón de cerca de 50 m y luego hay un corredor que llega hasta un río subterráneo que tiene incluso una cascada. Más adelante hay otra serie de descensos verticales y hay quien ha descrito este lugar como “que no tiene fondo”.