Este es un lugar muy conocido debido a sus sorprendentes bellezas naturales y a su increíble gastronomía.

La laguna parece un enorme espejo que refleja la vegetación que la rodea. Al pasear en lancha puedes explorar algunos de sus islotes y sorprendentes esteros que son hábitat de cientos de aves como: El Conchal, Horconos y el Mandinga, el cual desemboca al mar. Especialmente durante el atardecer, estos paseos se convierten en una experiencia inolvidable.

La laguna en sí se divide en Laguna Chica y Laguna Grande, y justamente en ésta última en donde se encuentra la zona de restaurantes en donde puedes degustar algunos de los platillos típicos como el filete de pescado al chipotle, el arroz a la tumbada, el pesado relleno gratinado, el coctel de camarones y la mojarra frita, por mencionar algunos. Además, es importante mencionar que la rica comida esta acompañado por los sones jarochos.

Tal vez uno de los distintivos de la laguna es el Túnel del Beso que brinda una experiencia única ya que atraviesas un “túnel” o corredor creado por un bosque de manglares, algo que seguramente no olvidarás.

También puedes visitar la Isla de las Conchitas, que se localiza en medio de la laguna. Este es un islote que esta formado de arbustos y miles de diminutas conchas marinas que han sido arrojadas a tierra por el suave oleaje del agua. Caminar sobre estos diminutos pedazos de conchas da un agradable masaje a tus pies.