Para llegar a esta caída de agua desde Santa Cruz hay que buscar un guía que que te acompañará por un camino de exuberante vegetación tropical. 

Este paseo se realiza a caballo durante dos horas o caminando por zonas pedregosas, pasando por dos antiguos túneles de un ferrocarril. Esta aventura es emocionante desde el principio y el esfuerzo vale la pena ya que la cascada ofrece un paisaje único. 

A lo largo del camino, por tramos la vegetación se torna tan espeso que se oscurece la luz y tendrás que atravezar algunos arroyos de agruas cristalinas.

Un poco antes de alcanzar la cascada principal, podrás visitar tres cascadas menores con alturas aproximadas de 3, 5 y 8 m.

La cascada principal es de aproximadamente 30 m de altura que cae por un acantilado de roca basáltica formando abajo un estanque casi circular, donde podrás refrescarte.