De enero a marzo es possible observar a estos enormes mamíferos en las lagunas de Ojo de Liebre, Guerrero Negro, San Ignacio, San Carlos y López Mateos.

Estos avistamientos también son posibles desde algunas de las islas cercanas a La Paz, o bien se pueden contratar excursions a los santuarios antes mencionados. Por lo regular los trayectos van de dos a tres horas.

El recorrido se lleva a cabo en lanchas conocidas como pangas, ya que se busca que sean amigables para las ballenas que llegan a pesar hasta 35 toneladas.

En el trayecto se pueden observar bellos paisajes naturales, incluyendo manglares y dunas que son el hábitat de cientos de aves.

Es una experiencia única convivir con estos mamíferos gigantes y sus crías a unos cuantos metros de distancia y algunas veces, con un poco de suerte, podrás tocar a alguno de los ballenatos que tienden a ser muy amigables.