Esta Iglesia es lo único que queda del espacioso convento del mismo nombre. 

Éste es el lugar que ocupó la Iglesia de San Miguel de 1549 a 1618, la primera catedral de la ciudad de Guadalajara. 

Su construcción se inició en 1661 y fue mejorando paulatinamente hasta lograr el aspecto austero y hermoso que hoy conserva. 

En 1694 se colocó la campana con el nombre de Santa María de Gracia, la más grande de todas, en 1711 se puso otra más chica y en 1740 las otras dos.

El interior es de una sola nave techada con bóveda de nervadura y arcos decorados con flores en relieve, sobresaliendo sus altares de orden corintio con ornamentación en formas de vegetales. 

A un costado se ubica el majestuoso Teatro Degollado.