Es un edificio barroco construido entre 1729 y 1737, dedicado a Santa Catalina de Siena. 

El pueblo lo llamó de “Las Monjas” ya que perteneció a la orden de las Catarinas que se trasladaron de las Rosas a este edificio en 1738. Éste fue un acontecimiento muy importante en donde participó la mayor parte de la población como se puede ver reflejado en un óleo que está en exhibición en el Museo Regional Michoacano.

En su fachada y en su torre se pueden apreciar elementos decorativos que se identifican con el barroco, sus pilastras son tableradas y en sus nichos se pueden distinguir las esculturas de Santo Domingo y de Santa Catalina de Siena.

Dentro del templo hay un Cristo de caña de maíz y orquídeas que data de la época de Vasco de Quiroga.