Se ubica en una finca del siglo XVII.

El edificio es un clásico ejemplo de casona neoclásica con bellos patios adornados de fresnos, que ha sido nombrado un monumento histórico.

El museo exhibe en sus nueve salas, una selección de la bella cerámica de Tlaquepaque que data de los siglos XVIII al XIX. Es un acervo donado por los artesanos de la región y se pueden apreciar las diversas técnicas de barro bruñido, alta temperatura y petatillo, entre muchas otras.

Entre los autores más destacados se encuentran: Ponciano y Rosa de Panduro, nietos del famoso alfarero del siglo XIX.