Exhibe piezas encontradas en la zona por la comunidad, así como más de 500 piezas que el INAH cedió para poder conformar el museo.

Consta de tres salas de exhibición que hablan de diferente temas. La parte prehispánica, en donde se exhiben piezas de barro y piedra, así como objetos de jade y puntas de flecha. La parte colonial, con vasijas, candelabros y fotografías, así como objetos que formaron parte de los templos de Tláhuc. Y, la tercera, que habla sobre las costumbres y tradiciones en donde se recrea la forma de vida de los habitantes de la comunidad.

Se destacan cinco braseros prehispánicos que fueron encontrados en la zona de San Pedro Tláhuac, mientras el propietario cultivaba las tierras. Estos recipientes están elaborados en barro y tienen grandes dimensiones y una gran riqueza ornamental. Estas son réplicas, ya que las originales se exhiben en el Museo Nacional de Antropología.

Las piezas reflejan a cinco deidades Chicomecóatl, madre de nuestro sustento, Xilonen (Cinteocíhuatl), señora del maíz tierno, Tonacatecuhtli, señor de nuestro sustento; Chalchiuhtlicue, deidad de los lagos y corrientes de agua (esta es la única pieza incompleta), y Tláloc, deidad del agua. La representación de estos objetos dan a conocer la importancia que concedían los mexicas a las actividades agrícolas.