Inaugurado en 1958, fue el primer museo de antropología de México.

Después de su ampliación, realizada en 1986, se ha consolidado como uno de los mejores en su género.

Su construcción consta de paredes de cantera rosa y pisos de mármol. En el vestíbulo da la bienvenida a sus visitantes una de las cabezas colosales olmecas y su exhibición consta de más de dos mil piezas.

Sus amplias salas están dedicadas a las culturas que dominaron la región: Totonaca, la Huasteca y la Olmeca. En la sala dedicada a los olmecas se exhiben las piezas encontradas en la zona de “Tres Zapotes”, destacándose las cabezas olmecas, el jaguar antropomorfo y “El Luchador”.

La sala de las culturas Huastecas, Totonaca, Pinome y Popoloca, muestra una serie de trabajos escultóricos y artesanales de esas tribus.

También hay una sala de osteología cultural, antropología y una sala dedicada a los códices. En la Sala de Códices, se muestran algunas reproducciones de documentos procedentes del siglo XVI.

El museo cuenta con varios patios. El primero, se ha dedicado a las culturas del centro de Veracruz con varias esculturas de distintas procedencias. Se destaca un “ocelote” hallado en la región de Misantla. El segundo patio cuenta con esculturas pétreas del periodo clásico y postclásico; hay representaciones de tortuga gigante, guerreros, así como algunas figuras zoomorfas y antropomorfas.

Hay salas de exhibición temporal, una sala de lectura, una cafetería, un auditorio para eventos culturales y un local para venta de piezas y documentos relacionados con la antropología.