Cuenta con 65 hectáreas en una zona selvática y cerca de 2 Km de senderos en donde puedes apreciar más de 300 especies de plantas de la región.

Al recorrer el jardín puedes conocer una gran variedad de plantas organizadas en diferentes colecciones: ornamentales, medicinales, helechos, epifitario, palmas, cactáceas y suculentas.

Dentro del jardín hay con un campamento chiclero, un vivero, una pequeña zona arqueológica conocida como “El Altar”, una típica casa maya, un puente colgante y un mirador de nueve metros de altura desde el cual puede contemplarse el manglar y el mar.

Es un lugar ideal para observar coloridas aves, monos araña, coatíes e iguanas.

Es el centro de preservación más importantes de la región y el segundo jardín botánico más grande en México.