Es un bello edificio enmarcado por jardines que data de 1899. Su primer propósito era convertirse en el hospital más importante del norte, sin embargo debido a la Revolución Mexicana, la construcción se utilizó como cuartel militar y después fue el internado Juana Villalobos. Más tarde, fue sede del Instituto de Cultura del estado de Durango y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

En los últimos años la construcción fue restaurada y se transformo en el Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario, complejo que ha adaptado su original arquitectura con recursos tecnológicos para alojar exhibiciones comerciales y congregaciones de todo tipo y magnitud.

En 2010, el edificio fue embellecido con una serie de murales que esculpidos en cantera por más de veinte artistas y artesanos. En estos murales, se rememoran momentos de la historia de Durango y se utilizan para atractivo espectáculo de luz y sonido que se lleva a cabo en el jardín del Centro de Convenciones.