La construcción actual comenzó a principios del siglo XVII y fue concluida en 1731.

La iglesia fue dedicada a la Virgen de la Asunción y se convirtió en catedral en 1963.

Consta de una planta basilical y tiene cinco naves, siendo la mayor la central. La cúpula es octogonal y está recubierta de mosaicos de Puebla.

La torre con base cuadrada fue agregada a comienzos del siglo XX y tiene una pequeña cúpula.

La fachada es un sobrio estilo neoclásico y cuenta con dos cuerpos y remate en frontón. El primer cuerpo tiene un acceso de medio punto flanqueado por dos columnas de estilo dórico. En el segundo cuerpo se ubica la ventana del coro en su parte central, sobre la cual hay un medallón.

El interior tiene una decoración sencilla y se destacan los candelabros de cristal de bacarat, el altar mayor con una ornamentación barroca y la figura de San Sebastián Mártir, el Santo Patrono de la ciudad.