Es considerada una de las catedrales más emblemáticas en México.

Es un edificio majestuoso que data de 1765. Su fachada es de estilo barroco y cuenta con dos torres que alcanzan los 67 m de altura.

Las primeras obras fueron iniciadas por los jesuitas en 1732. Este nuevo templo estaría dedicado a la Madre Santísima de la Luz. Sin embargo, los jesuitas fueron expulsados en 1767 y las obras se suspendieron y no fue si no hasta 1830 cuando nuevamente se reanudó la construcción y se terminó hasta 1866. 

Su fachada está revestida de cantera y presenta dos cuerpos. Se destaca la estatua del Papa Juan Pablo II y cuenta con dos torres de tres cuerpos.

En el interior tiene un elegante estilo neoclásico y cuenta con un altar principal de mármol con dos columnas que custodian la imagen de la Virgen.

La catedral también tiene bellas capillas como la Capilla del Señor San José con un estilo neo mudéjar con una bella y lujosa decoración en donde se combina la cantera, la madera y el estuco.