En sus inicios se le conoció como “Templo del Patriarca Sr. San José de los Indios Otomíes”.

Parece haber sido de las primeras construcciones coloniales de la ciudad que fue edificado en 1570 y que se cree que fue dedicado a la Virgen del Rosario. 

En el siglo XVII su construcción se extendió y albergaba un amplio número de iconos e imágenes religiosas. 

En el siglo XVIII se termina la fachada y su torre, ambas de cantera; sin embargo, durante la Guerra de Independencia en 1813 recibe numerosos impactos de bala durante el sitio realizado por Albino García. 

La fachada principal tiene en el centro un atractivo labrado en piedra con elementos de estilo barroco. Tiene una sola torre con cuatro cuerpos.

Cuenta con una planta de cruz latina con columnas y arcos de estilo neoclásico. Su bóveda es de cañón corrido.

El altar principal esta labrado en cantera y tiene un estilo ecléctico.

Se destaca la sacristía, ubicada a un costado del altar mayor, por su gran bóveda.