Fue sede del primer convento establecido en Valladolid.

Su construcción fue iniciada por los franciscanos en 1531 y cuenta con un estilo plateresco.

El conjunto consta del Templo de San Francisco y el Ex Convento de San Buenaventura y se cree que la ciudad completa fue construida a partir de este sitio.

La fachada principal de la iglesia tiene una puerta alta en forma de arco y está flanqueada por columnas. En la parte superior se ubica la ventana del coro de forma rectangular y también tiene columnas a ambos lados. Por encima del arco de la puerta hay una virgen con el niño saliendo de una flor y es la escultura en piedra más antigua de la ciudad.

En la planta baja hay un portal con arquería en donde actualmente también se pueden comprar artesanías. El convento cuenta con un patio rodeado por corredores con arcos.

Además de sus funciones religiosas este sitio se convirtió en una escuela para los indígenas, aquí se les enseñaba a leer, escribir y diversos oficios.

La torre del templo de estilo plateresco fue construida posteriormente. Asimismo el Convento de San Buenaventura se construyó hasta el siglo XVII.

En la primera mitad del siglo XX en el inmueble funcionó la sede de asociaciones obreras y en los años treinta los artistas Alfredo Zalce, Santos Balmori y Pablo O’Higgins pintaron un mural colectivo, destruido en las obras de restauración de los años setenta.

Desde 1973 funciona como Casa de las Artesanías de Michoacán, que alberga un museo y una galería de exposiciones temporales, en las cuales se exhiben colecciones de todas las ramas artesanales de Michoacán.

Este singular museo es uno de los más completos del país en materia de artesanías.

La arquitectura del edificio con fuertes detalles de estilo plateresco y sus imponentes proporciones, parecen ser el marco perfecto de la colección de artesanías que en él se encuentran.

Se exhiben trabajos de alfarería como los de San José de Gracia y Capula; instrumentos musicales de la región de la cañada; cobre martillado y repujado de Santa María del Cobre; textiles de varias localidades; objetos ornamentales de fibras vegetales y de madera provenientes de Quiroga y Tzintzuntzan; maderas laqueadas de las regiones de Uruapan y Zamora; joyería y talabartería.

Merecen una mención especial las artesanías de Ocumicho, población cercana a Uruapan, en donde se fabrican una gran variedad de animales fantásticos hechos en barro, decorados con brillantes colores reproduciendo figuras de gran sabor popular.