Para 1690 se levantaron los muros de un templo mayor que se convirtió en un claro ejemplo del barroco que se desarrolló en la Nueva España.

De su exuberante fachada principal no ha quedado nada y de sus bellos retablos interiores sólo quedan los espacios, enmarcados por excelentes tallas y molduras en cantera.

El convento contiene un bello patio adornado con enormes molduras, en la cornisa. El claustro alto lleva cúpulas en las esquinas, como lumbreras.

El conjunto cuenta con una equilibrada distribución de su arquería de arcos de medio punto bellamente trabajados en cantera. Desde 1942 es sede del obispado de Zacatecas.

En la actualidad, su patio es utilizado como espacio para realizar eventos socio culturales. El ex-templo es utilizado como espacio para exposiciones temporales, como auditorio y como recinto para eventos culturales, congresos y convenciones.