La primera construcción ha sido atribuida al primer obispo de Michoacán, Vasco de Quiroga, entre 1570 y 1590. 

Su nombre inicial era Templo del Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia de los Indios Tarascos. 

Este templo tuvo varias reconstrucciones en varios años: 1713, 1733, 1968 y 1978.

La fachada está realizada en cantera y es de estilo barroco del siglo XVIII  y la planta arquitectónica es de cruz latina con una bóveda de cañón corrido.

En el interior, el altar principal contiene una escultura realizada con pasta de caña de maíz. Es una de las figuras más antiguas de la ciudad.

Como peculiaridad tiene un túnel que sale de la sacristía y se extiende hacia la Presidencia Municipal.