Profundísimo sótano poco explorado. Sus dimensiones son impresionantes con un cráter de unos 500 metros de diámetro y una profundidad de 455 metros casi en vertical. Con 15 millones de metros cúbicos, es la segunda sima más profunda del mundo. 

Para asomarte a este abismo desde su borde tendrás que desafiar el vértigo, ya que parece que te estás asomando a un pozo sin fondo.

También es casa de una gran diversidad de fauna, entre la que destaca la guacamaya verde, protagonistas de un espectáculo único, cuando las parvadas salen de la fosa por las mañanas. 

Para llegar hasta allí es preciso acompañarse de un guía, ya que toda el área es bastante virgen.