Constituye la mayor porción de selva alta de México. El área natural de protección de flora y fauna tiene una superficie de 3368 hectáreas.

Su riqueza vegetal y animal es cuantiosa, así como sus secretos arqueológicos. Para adentrarse se requiere de equipo, entrenamiento, guía y autorización. La reserva de los Montes Azules es la parte mejor conservada.

Si eres aventurero y amante de la naturaleza, este lugar te cautivará, ya que puedes sortear los rápidos de un río, o bien pasear en lancha y cayuco en alguna de sus lagunas tranquilamente disfrutando de toda su majestuosa belleza.

Otro de sus grandes atractivos es que puedes convivir con sus habitantes, antiguas comunidades lacandonas que han conservado de una forma maravillosa todas sus tradiciones ancestrales.

Dentro de la selva, como si fuera poco, hay varios vestigios arqueológicos que te sorprenderán, empezando por Bonampak, que tiene sorprendentes murales.