Esta casa pertenecía al rico terrateniente Juan Nepomuceno Flores y fue reconstruida a fines del siglo XIX.

Se edificó en los terrenos que ocupaba una antigua fundición de hierro en donde se transformaba el metal que se extraía de la mina que se ubicaba en el Cerro del Mercado.

Actualmente, se puede visitar sus ruinas que se han adaptado al bello pasaje natural. En el jardín hay una bella arquería que nos conduce hacia el patio, en donde todavía se puede apreciar la antigua tienda de raya y restos de lo que entonces fue la fundidora.

En la hacienda hay un museo de sitio que ofrece dos salas con una colección de piezas que fueron encontradas en las excavaciones del sitio arqueológico La Ferrería, aunque también se exponen piezas provenientes de otras zonas de Zacatecas.

A través de estas piezas se puede conocer un poco más sobre las costumbres y la vida ritual de la cultura chalchihuite. Cuenta con una tienda.