Este conjunto de estilo barroco inició su edificación en 1680 y concluyó en 1737. 

Perteneció a las hermanas Clarisas Capuchinas y se utilizó para albergar a las doncellas indias hijas de caciques y a las monjas Capuchinas. 

Un incendio consumió el altar mayor y solamente se conservan 3 retablos barrocos. Y a lo largo del tiempo ha sufrido numerosas remodelaciones. En 1908 fue demolida la parte que funcionaba como convento.

Lo más relevante del templo es su colorido interior que contrasta con su sobrio exterior. Dentro de la construcción religiosa se pueden encontrar tableros de color dorado con temas como la pasión de Cristo y la Sagrada Familia. En la actualidad solamente se conservan tres de los seis tableros originales.

Contiguo se encuentra una bella plaza y un jardín que sirven como lugar de esparcimiento.