El nombre original era Cihuatlán, que significa “Tierra de Mujeres” en náhuatl, debido a que estaban constituidos en una organización matriarcal.

Cihuatlán era habitado por los Tarascos y se utilizaba como santuario para la nobleza prehispánica.

De acuerdo a la leyenda, el rey Caltzontzin escogió la bahía de Zihuatanejo como su lugar de descanso y ordeno la construcción de un rompeolas que protegiera lo que fue su playa exclusiva. Incluso actualmente se conserva parte del arrecife de rocas que fue construido por los Tarascos en la playa que ahora es conocida como Las Gatas.

Hernán Cortes envió a algunos de sus hombres a explorar este territorio costero y ellos consideraron que estas tierras no eran de mayor interés, por lo que al nombre de Cihuatlán le agregaron el sufijo español “nejo”, que quiere decir insignificante. De ahí se origino el nombre Zihuatanejo.

Durante la época de la colonia esta bahía fue muy visitada por los piratas.

En 1920 el pequeño pueblo cobro importancia como exportador de maderas, incluso Playa la Madera tomo su nombre porque ahí se cargaban las embarcaciones.

Algunos años después Acapulco adquirió renombre mundial como destino turístico y esta región era visitada sólo por algunos turistas que se aventuraban a conocer los bellos paraísos tropicales que ofrecía la costa de Guerrero.

En 1972 FONATUR comienza la urbanización de Ixtapa y con ello el desarrollo de un nuevo polo turístico en el Pacifico mexicano.