Se ubica a unos pasos de la estación del teleférico de Taxco, a un costado de la Plaza Borda.

Su historia se remonta a los primeros años de la llegada de los españoles, ya que fue construida por los soldados de Hernán Cortés entre 1525 y 1534. Se le conoció como Hacienda de Cantarranas y fue la primera hacienda de beneficio de América, en donde se procesaban los minerales de la zona para ser convertidos en barras de plata pura. 

Se le dio el nombre de Hacienda del Chorrillo, por el riachuelo cercano que lleva ese nombre. Funcionó como hacienda de beneficio hasta la época de la Revolución.

Se cuenta que durante el movimiento revolucionario, la hacienda fue saqueada por Emiliano Zapata, y fue abandonada un largo periodo.

A mediados del siglo XX la hacienda es adquirida por el matrimonio Sullivan quienes conservan el casco y el acueducto, renovando la construcción y edificando otros cuartos.

Actualmente, puedes recorrer un laberinto de caminos empedrados para llegar al molino, la fragua y la casa principal. 

Aquí se observan los remanentes de una vieja fundición de plata utilizada en la época colonial y alberga el Centro de Enseñanza para Extranjeros y la Escuela Nacional de Artes Plásticas.