Es también conocido como “El cerro del rostro”, ya que su formación geológica parece un rostro gritando. 

El cerro se eleva a unos 400 metros sobre el nivel del valle y es uno de los lugares preferidos de los amantes del montañismo, ya que hay pendientes con variadas dificultades para practicar diversas técnicas y estilos. La formación alcanza en su cúspide los 2,900 msnm.

Antes de llegar a la cima, hay una serie de lugares que simulan miradores naturales que ofrecen unas panorámicas inolvidables.

Tiene mayormente una vegetación de bosque donde se pueden encontrar pinos, ocote y encino.

El cerro cuenta con una leyenda y su nombre es el de un guerrero que estaba enamorado de Matlalcueyetl, también conocida como Malinche. Para casarse con su amada le encomendaron una misión que duró mucho tiempo, por lo que, cuando regresó, su amada había muerto de tristeza, por lo que hincado se convirtió en piedra a los pies de su amada.