También se le conoce como Temple of Doom y su nombre se debe a que al cruzar el sol del mediodía a través de agujeros en el techo crea dos ojos y una boca, simulando una cabeza de calavera.

Después de caminar unos 100 m en medio de una exuberante selva se llega a un agujero en el suelo con una circunferencia de 10 m. Para entrar al cenote hay que saltar aproximadamente 3 m, dependiendo del nivel del agua, sin embargo también hay una escalera de madera para entrar y salir. La temperatura va de 24 a 26ºC.

Es uno de los lugares más desafiantes para bucear en el área, ya que desde el acceso es difícil. El agua del cenote se ubica a unos seis metros de la superficie, por lo que la forma más fácil de llegar al agua es simplemente saltando. Hay varias formaciones naturales desde las cuales puedes saltar al gran hoyo del cenote.

Una vez dentro, penetras a una gran caverna con una circunferencia de 160 m y mirando hacia arriba con un poco de imaginación puedes ver la forma de un cráneo, así como una gran cantidad de murciélagos que vuelan a tu alrededor. También puedes convivir con la gran cantidad de bagres ciegos y negros que no tienen inconveniente en acercarse.

Puedes descansar o meditar en algunas de las rocas que salen de las paredes de la caverna.

Es famoso por su columpio de cuerda donde te puedes sentar o parar para una foto inolvidable.

Para buzos con más experiencia se puede disfrutar de cuatro entradas separadas con una profundidad de hasta 19 m y pasar por tres capas de “haloclina” que cuando se ve de lejos parece un cristal rompiendo un rayo de luz y cuando se está dentro de ella parece que todo está ligeramente desenfocado.

Por debajo de la haloclina, el agua es brillantemente clara y puedes ver todas las opciones que ofrece el cenote para explorar, ya que se conecta con un sistema de cuevas, todas con impresionantes formaciones rocosas y una variedad de peces.

El fondo del cenote es conocido por sus formaciones rocosas.