Para llegar a las cascadas hay que caminar por una vereda rodeada de denso follaje y no hay ningún tipo de infraestructura o servicios. 

Aunque tienes que caminar un sendero que representa algunos retos, el trabajo de llegar merece la pena porque es un lugar que quita el aliento por su belleza, hay un mirador desde donde puedes admirar todo el paisaje. No es una cascada muy alta pero su entorno natural de tupido bosque tropical es único, multitud de aves revoloteando sobre angostos cañones y rocas sobre las que se desliza el agua con fuerza formando varias pozas color turquesa con tonalidades contrastantes de blanca espuma. 

Para nadar hay que realizar un salto y usar chalecos salvavidas ya que se forman innumerables remolinos que son peligrosos. Pero un poco río abajo hay pozas más tranquilas donde se puede nadar.

Posteriormente, puedes conocer el atractivo principal que es un túnel en una especie de caverna de roca natural que se caracteriza por los efectos de luz que forma una grieta, de esta forma puedes caminar por aproximadamente 15 m en donde, por los efectos de luz, parecerá que el agua tuviera reflectores. Aquí puedes deleitarte con los contrastes del agua turquesa y las estalactitas y estalagmitas de la caverna.