Este es uno de los parajes mas impresionantes del desierto chihuahuense, ya que cuenta con formaciones de piedra llamadas “piedras encimadas”, que parece que fueron acomodadas apropósito. 

Estas extraordinarias formaciones son el resultado del paso del tiempo y la erosión aunada al movimiento de las capas tectónicas. Cada año Ojinaga se aleja del Río Bravo unos cuantos milímetros.

Recorrer este paisaje es desafiar tu imaginación ya que puedes encontrar una gran variedad de formas. Debido a su coloración durante los amaneceres y atardeceres, el paisaje es realmente mágico, por los cambios de luz.