Hondonada de extraña orografía y caprichosas formaciones rocosas envuelta por un extraño silencio, cuya configuración hace pensar que podría tratarse del cráter de un volcán extinto, o bien de un orificio causado por la caída de un meteorito. 

Esta depresión circular tiene una profundidad de entre 100 y 200 m y sus pendientes rocosas son muy pronunciadas.

Tanto a su alrededor, como en el fondo hay una variada vegetación que es el hábitat de diversas especies.

Dentro de ésta existe un inusual magnetismo que, de acuerdo a la creencia popular, carga de energía a quienes llegan al fondo. 

No hay duda que el lugar está cargado de misterio y algunos pobladores aseguran que ahí, “vive el diablo”.