La comida típica de la región es una fusión entre los sabores heredados de los jesuitas y franciscanos, y platos internacionales, lo que le da variedad y frescura a la oferta gastronómica.

Se localiza en un oasis en medio del desierto con un clima subtropical que da como resultado ingredientes frescos y variados como frutas cítricas, papaya, chile, caña de azúcar y aguacate, entre otros.

En Todos Santos encontrarás el concepto “farm to table” (de la granja a la mesa), donde los platos se crean a partir de productos cultivados en los jardines de los restaurantes. Además, hay varias granjas orgánicas que aportan todo tipo de ingredientes y además, por su cercanía al mar, sus pescados y mariscos también son muy frescos.

Existe un movimiento en el que los chefs unen su talento y creatividad para proponer nuevas recetas extraordinarias que por supuesto puedes saborear con un delicioso vino californiano.

Aquí puede encontrar una muestra de muchos otros lugares del país, por lo que hay deliciosos antojitos, así como platos gourmet.

Si quieres algo dulce, puedes saborear algunas creaciones locales como el pitahayate, el guayabate, el mangate y el dulce de dátil. 

Hay una gran variedad de frutas tropicales en “Todos Santos”, por lo que encontrarás deliciosas bebidas elaboradas a base de ellas que acompañarán tu comida.