En este bello Pueblo Mágico inmerso entre barrancas encontrarás atractivas artesanías elaboradas por los tarahumaras y rarámuris de esta zona. Aquí se continúan produciendo utensilios de uso cotidiano tal y como lo hacían sus antepasados, con materiales naturales encontrados en el campo y lugares donde habitan, como madera, piel, hojas de sotol, cascabeles, barro, entre otros.

Los elementos que la propia sierra proporciona a sus habitantes son transformados con sus manos en los bellísimos y prácticos objetos.

Las mujeres tarahumaras elaboran ollas de barro, cajetes, platos vasos, tazas y jarros; en algunos lugares también usan la palma y palmilla de sotol para tejer canastas de diversos tamaños y que son muy resistentes.

Cada una de las piezas que elaboran estas mujeres artistas son únicas y la gran variedad de productos como bateas, rebozos, piezas de ornato y artículos utilitarios te dan una gran variedad de donde escoger.

Los varones fabrican violines que utilizan en fiestas religiosas y que han elaborado bajo la tutela de artesanos italianos, así como bolas, arcos y tambores, bateas, cucharas y tallan figuras con madera de táscate, un árbol que crece en la región.  

Otros trabajan la lana en el tejido de cobijas y fajas con figuras geométricas.

Además, si visitas este Pueblo Mágico no puedes dejar de comprar un rico queso ranchero de chiva y las conservas de frutas.