Se trata de un pintoresco poblado que se remonta a la era prehispánica, cuando formaba parte de Cochuac y constaba de diversas edificaciones.

Este lugar también cuenta con vestigios de la era colonial y por supuesto con una interesante historia que incluye la Guerra de Castas en 1847 y el papel que tuvo dentro de la ruta que llevaba a Bakhalal, actualmente Bacalar.

Cuenta con una bella iglesia que forma parte de la Ruta de las Iglesias y es el lugar perfecto para aprender sobre costumbres y tradiciones mayas, así como para saborear la comida tradicional.

Además puedes gozar de las maravillas naturales que lo rodean como la laguna de Dzula.

Dentro de las experiencias que te ofrece el lugar es que puedes conocer la importancia de las abejas meliponas (que no son venenosas ni pican), observar aves y conocer más sobre el hilado de henequén.

Cuenta con cabañas rústicas para hospedarse.