La fama de las cascadas de Tamasopo trasciende fronteras. Muy cerca del centro del pueblo se encuentra un balneario que cuenta con buena infraestructura para pasar un día de campo, nadar, escalar una pared rocosa, hacer saltos cortos de cascada y practicar senderismo, en medio de una exuberante vegetación boscosa y conocer los vestigios de una antigua hacienda de Tamasopo. También cuenta con un restaurante y una tienda.

En la parte del balneario hay un conjunto de tres caídas de agua con 20 m de deslizamiento en promedio, cada una. Forman varias pozas, poco profundas, que dependiendo de la época del año, presentan un brillante color turquesa.

La temperatura del agua es muy fresca, principalmente en temporada de calor, lo que invita a permanecer un rato dentro de las pozas. 

Hay algunos sectores junto a las cascadas que son peligrosos, por los remolinos que se forman, pero están delimitados con flotadores para que tomes tus precauciones y te aconsejamos siempre usar chaleco salvavidas.

Cuenta con un espectacular mirador desde donde puedes contemplar esta magnífica maravilla natural.

En sus alrededores hay algunos establecimientos que ofrecen bebidas y antojitos.