Propiedad del minero Don José de la Borda, se construyó en 1775. 

Don José de la Borda llegó a la Nueva España en 1715, y se hizo rico y famoso después del descubrimiento de tres grandes minas en Taxco, Guerrero. En agradecimiento, mandó construir la bella Iglesia de Santa Prisca en Taxco.

La propiedad abarca toda la manzana y cuenta con varios patios, bellos marcos labrados en cantera y en el tercer nivel se encuentra un balcón perimetral que le da vuelta al total de la construcción y cuya finalidad, de acuerdo a las crónicas, era permitir a la esposa del Señor Borda pasear sin tener que salir de la casa, ya que el rico minero era muy celoso. 

Otra de las historias que se cuentan de esta casa es que se mandó construir para rivalizar con la casona de Hernán Cortés.

En el siglo XIX la mansión se dividió en cinco predios y en su planta baja se establecieron algunos comercios en la parte superior se alojó un hotel.

A principios del siglo XX, aquí se ubicó el Salón Rojo, una de las primeras salas cinematográficas de la capital y sin duda la más famosa. 

Conserva una parte de los patios primitivos y una sección del balcón perimetral del edificio del siglo XVII. 

Actualmente alberga diversos recintos culturales.